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viernes, 11 de abril de 2008

La Gran Mentira

¿Qué hacer cuando los ídolos caen? ¿Cómo afrontar la vida cuando ya no puedes confiar en nadie?
Puede parecer muy negativa esta historia, puede ser algo real, puede ser sólo una historia que he leido, pero en todo caso es algo que te hace pensar en la vida en general.

En esta historia hay un tipo que descubre un día que todo a su alrededor es una fantasía (¿similar a Matrix?, no, más duro porque es real el dolor). Tiene una base que le hace afrontar todos los retos de manera más o menos feliz, está tranquilo, confiado y haciendo planes de futuro, luchando por sobrevivir dentro de la selva en que se encuentra.

Un día todo se desmorona cuando empieza a notar que tiene un problema: vive rodeado de animales salvajes y no lo sabía. Animales que son dóciles, cariñosos y que cuando llega a la cabaña le reciben alegremente. Es su vida estar con ellos y verles felices, pero comete el error de dejar que otras personas pasen a su cabaña y comparte con ellos esa felicidad, esa compañía que tanto bien le hace a él y que por su forma de ser la extiende a sus congéneres.

Todo transcurre plácidamente en esa selva, no hay ningún peligro...hasta que de repente un día su animal preferido, el más fiel, el más dócil por el que daría la vida le abandona. En un primer momento la rabia es incontenible, el dolor es grande y da paso al sentimiento de culpabilidad.

-"Es un animal, no sabe lo que hace, he sido yo quien lo ha echado de la cabaña"

Quiere volver hacia atrás en el tiempo, al punto en que cometió el error de dedicarse más a las tareas propias de la supervivencia como buscar comida todos los días, ejercitarse para ser mejor cazador... y así poder volver a dedicar más atención a sus animales, sus compañeros...

Empieza a desquiciarse y no acepta la pérdida de su gran compañero y se dedica a seguirle...han sido años preparándose como cazador y conoce cada palmo de la espesa selva y lo que es mejor para él, conoce los movimientos de su amigo.
Tristemente un dia ve al compañero de toda su vida con una de las persons a las que dejó acompañarle en bellas veladas y se da cuenta de algo que le duele más: su amigo del alma está mejor con ese forastero. ¿Cuál es su lugar ahora? No se atreve a echarle de la cabaña, eso significaría perderle para siempre y cualquier cosa sería mejor que esa...de manera que intenta volver a ser como antes para que su amigo se quede con él.

Todo el dolor se va transformando en ira en odio a la persona que le ha traicionado...¿amigo? Nunca fue amigo, ahora se da cuenta que era como Cruella de Ville, solo buscaba la piel de los cachorros. Se aprovechó de la amistad para ganarse la confianza y poder entrar en su casa a por el animal favorito.

El personaje de nuestra historia pone las cartas sobre la mesa, rompe definitivamente con ese amigo traidor y se dedica a sus animales, a volver a demostrarles su cariño,a volver a pasar esos ratos en la cabaña jugando, explicándoles sus días de caza y ellos le escuchan ensimismados aunque no le entiendan...y el preferido sigue allí a su lado.

Parece que todo ha terminado, pero hay una espina que nunca, nunca ya se podrá borrar...el cazador desconfía de todo el mundo, salta ante cualquier ruido en la selva, se vuelve sobreprotector ante sus animales y eso les ahoga. En definitiva son animales, tienen algo de salvaje.

Empieza la etapa de culpabilidad, el cazador no es tonto y sabe que la paranoia que tiene no es buena...se atormenta por ser como es, por haber cambiado en definitiva. Él no era así y perdió a su compañero del alma, lo recuperó, pero ya no era el mismo y podía volverle a perder.

De repente un dia todo cambia, se da cuenta que su sentimiento de culpabilidad no es malo...bueno, no es real porque está en lo cierto...nunca se equivocó: su animal preferido sigue en contacto con el vecino de la selva...ha sacado su instinto y ahora es más cauteloso, borra sus propias huellas.
Pero para nuestro cazador no es necesario ver las huellas, ha desarrollado un sexto sentido y sabe que pasa algo y no lo comprende.

Decide acercarse al traidor de amigo, presionarle para ponerle nervioso, pero eso hace que se meta en un terreno que desconoce y la caza empieza a escasear. No se encuentra cómodo en ese entorno y tiene que marchar, regresar a su morada original.

Todo es duro. Ha decidido seguir callado, no hacer nada y vivir su vida, no quiere más compañeros de viaje, sigue con los que tenía..hasta su favorito que no se separa de él quizá por un sentimiento natural de protección o maternal, no lo sabe. Solo sabe que ya no son los mismos, que ya no merece la pena seguirle, espiarle porque sabe lo que hace...a veces se vuelve descuidado y no borra sus huellas, pero incluso sin buscarlas se ven.

Han pasado los años y todo sigue igual, por lo menos para él. Se ha resignado a lo menos malo: sabe de la mentira que le rodea, pero no quiere salir. Ahora sonrie y mira para otro lado, conoce a otros cazadores, conoce a otros animales, pero ya no enseña su corazón, ya no muestra su cabaña, ya no quiere ser bueno...ni malo...no vive, en verdad es un zombie porque ya no tiene corazón y sufre como ellos. No sabe cuál es su sitio.

Como todo cuento hay un mensaje final: no confies en nadie, no merece la pena porque mayor será el dolor cuando te falle.

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